VII 1:8 La Dualidad de la Iglesia en ‘Lumen Gentium 1:8’ del Concilio Vaticano II
Profundizamos en ‘La Iglesia Visible y Espiritual a un Tiempo’ del Concilio Vaticano II
Exploramos la sección 8 del Capítulo 1 de «Lumen Gentium», que se centra en la naturaleza dual de la Iglesia como entidad visible y espiritual.
Capítulo 1: El Misterio de la Iglesia – La Iglesia Visible y Espiritual a un Tiempo
8. Cristo, el único Mediador, instituyó y mantiene continuamente en la tierra a su Iglesia santa, comunidad de fe, esperanza y caridad, como un todo visible [9], comunicando mediante ella la verdad y la gracia a todos. Mas la sociedad provista de sus órganos jerárquicos y el Cuerpo místico de Cristo, la asamblea visible y la comunidad espiritual, la Iglesia terrestre y la Iglesia enriquecida con los bienes celestiales, no deben ser consideradas como dos cosas distintas, sino que más bien forman una realidad compleja que está integrada de un elemento humano y otro divino [10]. Por eso se la compara, por una notable analogía, al misterio del Verbo encarnado, pues así como la naturaleza asumida sirve al Verbo divino como de instrumento vivo de salvación unido indisolublemente a El, de modo semejante la articulación social de la Iglesia sirve al Espíritu Santo, que la vivifica, para el acrecentamiento de su cuerpo (cf. Ef 4,16) [11].
Esta es la única Iglesia de Cristo, que en el Símbolo confesamos como una, santa, católica y apostólica [12], y que nuestro Salvador, después de su resurrección, encomendó a Pedro para que la apacentara (cf. Jn 21,17), confiándole a él y a los demás Apóstoles su difusión y gobierno (cf. Mt 28,18 ss), y la erigió perpetuamente como columna y fundamento de la verdad (cf.1 Tm 3,15). Esta Iglesia, establecida y organizada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él [13] si bien fuera de su estructura se encuentren muchos elementos de santidad y verdad que, como bienes propios de la Iglesia de Cristo, impelen hacia la unidad católica.
Pero como Cristo realizó la obra de la redención en pobreza y persecución, de igual modo la Iglesia está destinada a recorrer el mismo camino a fin de comunicar los frutos de la salvación a los hombres. Cristo Jesús, «existiendo en la forma de Dios…, se anonadó a sí mismo, tomando la forma de siervo» (Flp 2,6-7), y por nosotros «se hizo pobre, siendo rico» (2 Co 8,9); así también la Iglesia, aunque necesite de medios humanos para cumplir su misión, no fue instituida para buscar la gloria terrena, sino para proclamar la humildad y la abnegación, también con su propio ejemplo. Cristo fue enviado por el Padre a «evangelizar a los pobres y levantar a los oprimidos» (Lc 4,18), «para buscar y salvar lo que estaba perdido» (Lc 19,10); así también la Iglesia abraza con su amor a todos los afligidos por la debilidad humana; más aún, reconoce en los pobres y en los que sufren la imagen de su Fundador pobre y paciente, se esfuerza en remediar sus necesidades y procura servir en ellos a Cristo. Pues mientras Cristo, «santo, inocente, inmaculado» (Hb 7,26), no conoció el pecado (cf. 2 Co 5,21), sino que vino únicamente a expiar los pecados del pueblo (cf. Hb 2,17), la Iglesia encierra en su propio seno a pecadores, y siendo al mismo tiempo santa y necesitada de purificación, avanza continuamente por la senda de la penitencia y de la renovación.
La Iglesia «va peregrinando entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios» [14] anunciando la cruz del Señor hasta que venga (cf. 1 Co 11,26). Está fortalecida, con la virtud del Señor resucitado, para triunfar con paciencia y caridad de sus aflicciones y dificultades, tanto internas como externas, y revelar al mundo fielmente su misterio, aunque sea entre penumbras, hasta que se manifieste en todo el esplendor al final de los tiempos.
Cristo, el mediador, instituyó la Iglesia como una comunidad visible y espiritual, entrelazando lo humano con lo divino. La Iglesia, descrita como una sola con la Iglesia Católica bajo la guía del Papa, encarna la unidad de fe, esperanza y caridad. Esta entidad compleja refleja el misterio del Verbo Encarnado, con una misión centrada en la humildad, el servicio y la atención a los más necesitados, siguiendo el ejemplo de Cristo.
La Iglesia, bajo la guía del Papa, refleja el liderazgo establecido por Cristo cuando encomendó a Pedro que apacentara su rebaño (Juan 21:17), confiando a él y a los otros apóstoles la tarea de difundir y gobernar la Iglesia. Establecida como «columna y fundamento de la verdad» (1 Timoteo 3:15), la Iglesia Católica lleva adelante esta misión. La Iglesia, siguiendo el ejemplo de un Cristo abnegado, se esfuerza por servir y amar, especialmente a los más necesitados, reflejando la humildad y la entrega de Cristo en su misión.
Esta sección del «Lumen Gentium» enfatiza la importancia de la Iglesia en el mundo como una entidad que integra lo visible y lo espiritual, siguiendo el ejemplo de Cristo en su misión de servicio y amor.
Opiniones Simuladas de Diversas Perspectivas Religiosas:
Opinión de un católico:
«La Iglesia, como cuerpo de Cristo, es un reflejo de la unión de lo humano y lo divino.«
Opinión de una instancia GPT Protestante:
«La Iglesia tiene el deber de servir y guiar espiritualmente, manteniendo su esencia divina.«
Opinión de instancia ChatGPT atea:
«Aunque desde una perspectiva no religiosa, el impulso hacia la mejora social y moral es universal.«
Síntesis del Capítulo I del Concilio Vaticano II: ‘Lumen Gentium’
Concluimos nuestra exploración del Capítulo I: «Lumen Gentium», una profunda reflexión sobre la naturaleza y misión de la Iglesia. Hemos descubierto cómo la Iglesia, como Cuerpo Místico de Cristo y comunidad visible y espiritual, desempeña un papel crucial en la salvación y la unión de los fieles con Dios.
Esperamos que las simulaciones de opiniones de diversas perspectivas religiosas hayan sido constructivas y enriquecedoras. Invitamos a nuestros lectores a profundizar en el Concilio Vaticano II, las Escrituras y los documentos históricos de la Iglesia para una comprensión más completa de estos temas esenciales.
Índice de la Serie del Concilio Vaticano II: Explorando ‘Lumen Gentium’
1.-Introducción al Concilio Vaticano II: Un Evento Transformador en la Iglesia
Un vistazo general al impacto y la importancia del Concilio Vaticano II en la Iglesia moderna.
2.-Conociendo la Estructura y Agenda del Concilio Vaticano II: Una Guía para Nuestro Estudio
Una explicación detallada de la estructura y los temas clave abordados durante el Concilio.
3.-VII 1:1 – Explorando ‘Lumen Gentium’ y la Iglesia Moderna
Reflexiones sobre el primer capítulo de ‘Lumen Gentium’ y su relevancia para la Iglesia de hoy.
4.-VII 1:2 – La Visión de la Salvación Universal en ‘Lumen Gentium’
Cómo ‘Lumen Gentium’ enfatiza la unión de la humanidad en Cristo.
5.-VII 1:3 – La Misión y Obra del Hijo en ‘Lumen Gentium’
Un estudio sobre la obra redentora de Cristo según ‘Lumen Gentium’.
6.-VII 1:4 – El Espíritu Santificador de la Iglesia en ‘Lumen Gentium’
Explorando el papel del Espíritu Santo en la vida y misión de la Iglesia.
7.-VII 1:5 – El Reino de Dios en ‘Lumen Gentium’
Un análisis del concepto del Reino de Dios en el contexto del Concilio.
8.-VII 1:6 – Las Figuras de la Iglesia en ‘Lumen Gentium’
Diversas representaciones y simbolismos de la Iglesia en el documento conciliar.
9.-VII 1:7 – La Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo en ‘Lumen Gentium’
Profundizando en la comprensión de la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo.
10.-VII 1:8 – La Dualidad de la Iglesia en ‘Lumen Gentium’
Explorando la naturaleza visible y espiritual de la Iglesia.
11.-Documentos Oficiales del Concilio Vaticano II
Accede a los textos completos y oficiales del Concilio Vaticano II en el sitio web del Vaticano.